15.05.2013

Antonio López, “el realismo es maravilloso porque es donde todo tiene cabida”

Nos acercamos hoy a la vida y obra de Antonio López, genio del realismo, amante de Madrid, sus calles y azoteas y manchego nacido en Tomelloso en enero de 1936 en el seno de una familia de labradores.

Precioso vídeo sobre su retrospectiva en el Museo Thyssen, 2011

Antonio López, el niño que iba para administrativo, logró cambiar el devenir de su futuro dirigiéndolo hacia el mundo del arte y la pintura animado y alentado por su tío el pintor, Antonio López Torres .

Lo inacabado, la periferia urbana, el cuerpo humano y la Gran Vía

Con tan sólo 13 años Antoñito traslada su residencia de Tomelloso a Madrid y consigue ser admitido en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando  , en un giro vital que le hace sentir por fin como pez en el agua, visualizando la consecución de un sueño: dedicar su vida a la pintura.

Decepcionado al ver por primera vez los cuadros de los artistas que veneraba, tuvo que pasar un tiempo hasta que fue capaz de valorarlos. Para el joven Antonio López, la gente no llegaba a captar verdaderamente lo que el artista pretendía presentarles, pudiendo concluirse que en ese momento el germen del hiperrealismo que le acompañará toda su vida ya había madurado en su vena creativa.

Podemos agrupar sus más de 50 años de vivencias y de creación en tres grandes temas: famosas vistas de Madrid, su huerto y su membrillero y la representación de la figura humana. En toda su obra, lo que el artista desea es transmitir con obsesiva y minuciosa exactitud lo que él ve en ese exacto momento.

Para Antonio López la realidad es algo que se ve, algo que todo el mundo puede ver, pero la posibilidad de interpretarla no es algo inmediato y, sobre todo, no es algo sencillo. En su proceso creativo es imprescindible captar la luz porque ésta tiene que ver con el mundo real que constituye el punto de partida de toda su obra. Además, sus cuadros nunca están terminados, la aproximación máxima a la realidad es un proceso que no tiene fin, sus obras son una materia en continua metamorfosis, las corrige, restaura, retoca y perfecciona una y otra vez, habiendo incluso recuperado obras de manos de sus clientes para afinar un “último” matiz.

Antonio López García es sin lugar a dudas el pintor y escultor más importante del realismo contemporáneo español, la meticulosidad de sus trabajos ha hecho que su producción de “fotografías al oleo” no haya sido tan prolífica, motivo por el cual sus obras han alcanzado valores incalculables antes incluso de su existencia. Ningún artista representado por Marlborough tiene una lista de espera como la de Antonio López, circunstancia, entre otras, que le convierte en el artista vivo español más cotizado.

En estos días la obra de Antonio López viaja por primera vez a Japón, donde el Bunkamura Museum of Art de Tokio acogerá una exposición de 64 obras suyas hasta el próximo 26 de junio.

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