04.04.2013

Fernando Botero, o lo que es lo mismo: La glorificación de los cuerpos orondos

Pintor y escultor de reconocimiento mundial, no creemos que haya ninguna persona que al escuchar el nombre de Fernando Botero no recree en su pensamiento las rollizas formas de los personajes que pueblan la generosa obra del artista colombiano.

Desde muy pequeño lo único que tenía claro era que lo que más le gustaba en la vida era pintar, ¡qué gran acierto! Pues hasta ahora, a sus casi 81 años, no se ha dedicado a otra cosa, seduciéndonos desde muy joven con su obra basada en un extraordinario sentido de la exageración.

Fernando Botero y su legado cultural

Para este antioqueño la familia es el centro de la vida, esto sumado a su apego hacia el campo, los toros y los caballos marcan su obra plagada de imágenes taurinas y de escenas religiosas. Al mismo tiempo, ha sido capaz de plasmar a la perfección las escenas costumbristas de su adolescencia y primera juventud que compartió con sus hermanos, huérfanos de padre, inmerso en un entorno literario y artístico con sabor a aguardiente en el Medellín de los años 50.

La familia de Fernando Botero

Formado en Europa y marcado por la pintura clásica y figurativa, viaja a Estados Unidos donde se da de bruces con el triunfo de lo abstracto. Le cuesta mantenerse en el panorama cultural neoyorquino sosteniendo su preferencia por la pintura figurativa, incluso le cuesta trabajo conseguir una galería, pero finalmente su “Mona Lisa a los 12 años” o su “Familia Presidencial” conceden el reconocimiento definitivo al ilustrador de chismes y enredos, al paisa más universal que pegado a su realidad ha sabido pintar su historia en clave de humor y compartirla con el resto del mundo.

En el año 1972 Botero siente la necesidad de dotar a su obra de una tercera dimensión y se convierte en escultor, la armonía de su pintura y la obsesión por la perfección en el acabado de sus obras nos han dejado esculturas de formas soberbiamente redondeadas a lo largo y ancho de todo el planeta.

Fernando Botero es el pintor más original, controvertido y cotizado de Colombia. Quien tenga la suerte de viajar a Bogotá, no debe perderse el Museo Fernando Botero en el distrito de La Candelaria, centro histórico y cultural de la capital colombiana.




La Mona Lisa a los 12 años

Botero sobre sus series de Abu Ghraib, en las cuales describe los abusos de las tropas estadounidenses en dicha prisión iraquí (Inglés)

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