Hablar de Miquel Barceló(Felanitx, Mallorca, 08/01/1957), es hacerlo de un artista precoz, polifacético y reconocido a nivel internacional desde su participación en dos de las muestras de arte contemporáneo más importantes del mundo, la Bienal de Sao Paulo de 1981 y la Dokumenta VII de Kassel (Alemania) de 1982. Barceló, influido por el Art Brut francés de Paul Klee y Jean Dubufett desde que en 1974 viajara a París con su madre, también pintora, pertenece a la corriente pictórica neoexpresionista, movimiento surgido en Alemania a caballo entre los años 70 y 80 como contrapunto al minimalismo y el arte conceptual imperantes en la década de los 70.
Obras de gran tamaño, pinceladas con técnicas agresivas como el dripping(de drip, gotear), recurso pictórico característico de la Action Painting y una de las vertientes de la abstracción, con intensas gamas cromáticas y contrastes entre ellas, obras de densa plasticidad y acopio de materiales que van de telas con gruesos trazos de pintura con materiales orgánicos añadidos o lienzos a la intemperie para conseguir los efectos de la oxidación o los cuarteamientos, desnudando así el propio alma de la obra.
Sala XX del edificio de la ONU en Ginebra, Suiza
A destacar la Capilla de La Seu en Mallorca y esa cerámica que describe el milagro del pan y los peces y la Sala XX de las Naciones Unidas en su sede de Ginebra, magnífica obra de 2008, polémica en su día por su elevado coste, y cuya estética, un inmenso crisol de colores y sensaciones en 1600 metros cuadrados representando el mar universal que significa la ONU -estalactitas ornamentales incluidas-, claro reflejo de la influencia del océano sobre la obra del mallorquín.
Capilla de la Seu, catedral de Palma de Mallorca
Barceló, hombre curioso por naturaleza, ha permanecido por largas temporadas en el país africano de Malí, cuya naturaleza y luz, como la de su Mediterráneo natal, ha dejado reflejadas en parte de su obra iniciática, así como sus vivencias en el Himalaya, región que visitó tras complicarse la estancia de extranjeros en Malí a raíz de la inestabilidad política creciente con serio riesgo de secuestro.
Cuadernos de África
Cuadernos del Himalaya
Desde los grabados a la Divina Comedia de Dante en 2002 o la Exposición “Sol y Sombra”, a celebrar esta próxima primavera en el Museo Picasso y en la Biblioteca Nacional de Francia en París, toda la obra artística de Miquel Barceló transcurre de lo natural a lo abstracto, siempre de forma autodidacta si bien las influencias expresionistas de Pollock, Kooning y Rothko le han acompañado desde sus primeros estudios en Mallorca y más tarde en la Escuela de Bellas Artes Sant Jordi de Barcelona.
La Divina Comedia de Dante, por Miquel Barceló
Aclamado en Paris, Nueva York o Berlín, Barceló atesora importantes premios que reconocen su vanguardia y formación multidisciplinar. Grandes óleos, de tendencia más abstracta que sus orígenes más naturales y figurativos, personalísimos grabados referentes a la tauromaquia o sus viajes y esculturas tan extrañas en su concepción como brillantes en su ejecución. Esta ingente obra ha sido reconocida en 1986 con el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Príncipe de Asturias de las Artes en 2003 o el Nacional de Arte Gráfico en 2014.
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Sol y sombra
Para Barceló la polémica sobre la tauromaquia es baldía, de mero carácter político y oportunista. Barceló no fija censuras de ninguna clase en su prolífica trayectoria. Mente abierta la de este artista único, sin duda uno de los artistas españoles más importantes de nuestros días.
Biblioteca de luz blanca