Continuando con nuestros artículos dedicados a las exposiciones de grandes artistas en los mejores museos del mundo, hoy damos la bienvenida a Dalí, el absoluto genio del surrealismo, tras su exitoso paso por el Centro Pompidou de París durante el último semestre.
En esta ocasión, el Museo Reina Sofía abre sus puertas para acoger la exposición “Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas”, en la que se reúnen doscientas obras cedidas por museos y colecciones privadas de todo el mundo. Merece la pena destacar que hay cerca de una treintena de piezas que jamás han sido expuestas en España.
La muestra se divide en once apartados que engloban la totalidad de la carrera artística de Eugenio Salvador Dalí .
En los tres primeros apartados se muestran obras que representan la época que ocupa desde la más tierna infancia del artista, autorretratos y paisajes de su tierra, hasta su llegada a la Residencia de Estudiantes en Madrid y el encuentro con Lorca y Buñuel, periodo marcado por la variada crítica hacia la sociedad que se respiraba en la Residencia y que Dalí representa en sus dibujos Putrefactos.
El cuarto apartado es el corazón de la muestra y está dedicado al surrealismo, donde se explaya el método paranoico-crítico. En palabras del propio Dalí: “En verdad no soy más que un autómata que registra, sin juzgarlo, y lo más exactamente posible, el dictado de mi subconsciente: mis sueños, las imágenes y visiones hipnagógicas y todas las manifestaciones concretas e irracionales del mundo oscuro y sensacional descubierto por Freud… El público debe sacar su placer de los recursos ilimitados de misterios, enigmas y angustias que tales imágenes ofrecen al subconsciente de los espectadores”.
El Ángelus de Jean-François Millet es el protagonista absoluto del quinto apartado de esta exposición. Dalí creó incesantemente durante seis años (1929-1935) con esta obra como única inspiración, no sólo trabajos pictóricos y objetos, sino también varios proyectos teatrales que nunca vieron la luz.
En la sexta sección, el horror y la muerte provocados por la guerra civil española se manifiestan de forma rotunda y dramática. En esta época también encuadramos el séptimo apartado donde Dalí se abre paso en la construcción de objetos surrealistas; en 1936 tiene lugar la Exposición Surrealista de Objetos en la galería Charles Ratton de París, donde se oficializa esta nueva expresión del surrealismo.
El periodo de guerras le persigue y, desde el exilio en Francia provocado por la guerra civil española, Dalí y Gala tienen que trasladarse a América a causa de la segunda guerra mundial. El cambio de continente estimula la vena escritora de Dalí. La exposición incluye, en el apartado nueve, los dibujos que Dalí realizó para ilustrar “La vida secreta de Salvador Dalí”. El apartado ocho contiene obras también de este periodo influidas por temas religiosos y por los avances científicos de la época.
La penúltima sección consta de elementos de decorados y vestuario que Dalí creó para el cine y el teatro, ámbito en el que quizá su genio no fue tan reconocido pero en el que su productividad inagotable le mantuvo unido al público.
“Destino”, cortometraje de animación de Salvador Dalí y Walt Disney
La exposición termina con el apartado titulado “El enigma estético”, donde encontramos obras relacionadas con nuevos lenguajes como la estereoscopía o la holografía sin dejar atrás a los grandes maestros como Velázquez o Miguel Ángel. Desde el principio de los 80 y hasta el final de su vida, las teorías matemáticas de René Thom serán la base de su creación.
La muestra estará abierta al público hasta el 2 de septiembre.
Para más información y curiosidades sobre el universal genio catalán, os invitamos a ver nuestro artículo sobre la retrospectiva de Dalí en el Centro Pompidou de París .